¿Conoces al dios Cronos?, por si no te va mucho la mitología griega, te pongo en situación.
Cronos fue una figura prominente de la mitología griega, conocido por ser el más joven de la primera generación de titanes, descendientes de Gea (la Tierra) y Urano (el Cielo).
Conocido también por algo mucho menos glamuroso, comerse a sus propios hijos por miedo a ser destronado por ellos.
Resulta que Cronos tuvo la osadía de derrocar a su propio padre, Urano, convirtiéndose en el gobernante supremo del universo.
Y aunque actuó de buena fe, empujado por su madre Gea que estaba harta del trato cruel que Urano tenía hacía sus hijos, el karma no se puso de su lado, y el oráculo profetizó que también sería derrocado por su propio hijo.
Cronos, que no tenía intención alguna de pasar por ese trago, decidió cortar por lo sano con tal eventualidad. Cada vez que su esposa Rea daba a luz, él, acto seguido, se zampaba al niño.
La cuestión es que a los únicos que le podían asegurar su continuidad y grandeza con el paso del tiempo, se los comía sin miramiento.
Toda una paradoja, pero es que ni los dioses se salvan de las contradicciones de la vida.
Y aunque como humanos a veces nos molestan mucho las contradicciones, a menudo no son más que una señal de que un viejo paradigma está derrumbándose para dar paso a algo nuevo.
Vamos, que te indican que es hora de soltar lo viejo, para dejar entrar a lo nuevo.
Solo que muchas veces hasta que ese algo viejo no nos explota en la cara, no nos damos cuenta de que ya no sirve.
Y es precisamente eso lo que puede estar pasando hoy con el mundo del marketing.
Que el marketing se está comiendo al marketing.
Al igual que Cronos, el marketing digital actual se ha vuelto autodestructivo.
En el afán por atraer y convertir clientes, las técnicas de marketing han evolucionado y se han extendido a un nivel de intensidad y saturación asfixiantes. Email marketing, SEO, redes sociales, anuncios pagados, contenido, marketing de influencers... la lista continúa y cada día aparece una nueva estrategia o canal para explorar.
Y lo que es peor, ni siquiera es tanto el qué, sino el cómo.
En un intento de destacar, de conectar, de ser relevante, todo el mundo está aplicando las mismas técnicas de marketing digital y de la misma forma. La gran mayoría sin ningún criterio, ni orden, ni alma, simplemente porque es lo que toca, lo que se debe de hacer, lo que está de moda, lo que hace el resto, lo que te dice que tienes que hacer la agencia de turno.
Provocando que el marketing, en su forma actual, esté perdiendo su propio propósito, se este autodestruyendo creando un ruido tan ensordecedor que los propios mensajes que quieren hacerse llegar, se pierden en el bullicio.
Tanta gente gritando al mundo y haciendo lo mismo, de la misma manera, hace que sea casi imposible escuchar a nadie. Se convierten en irrelevantes.
Consecuencia, la gente a la que se dirige ese marketing cada vez es más indiferente, y está más desensibilizada, ¿qué otra opción?, o desconectas o te estalla la cabeza. Por no hablar de quien tiene que aplicar las técnicas, agotados de invertir tiempo y dinero para insignificantes resultados.
Las técnicas que un día fueron efectivas y novedosas, mal aplicadas, se convierten en contraproducentes. El intento desesperado de conseguir resultados inmediatos en el presente, acaba con la posibilidad de construir un futuro sostenible y estable.
El marketing no debería ser una carrera para ver quién puede gritar más fuerte. Debería ser un medio para comunicar valor, construir relaciones y por encima de todo, mejorar la vida de nuestros clientes.
Un medio que valore la calidad sobre la cantidad, la conexión genuina sobre la conversión a toda costa, y la construcción de relaciones duraderas con nuestros clientes en lugar de una interminable persecución de los nuevos.
Volver a lo esencial, y hacer lo que de verdad importa para lograr construir relaciones reales y de valor.
Y para ti como psicólogo, o como clínica, la importancia de un enfoque auténtico en el marketing se multiplica, toda tu comunicación debería estar pensada y diseñada para lograr construir relaciones genuinas basadas en la conexión emocional y la confianza mutua.
No es lo mismo convencer a alguien de que te contrate una línea móvil, que lograr que alguien apueste por ti, para abrirte su corazón y sus entrañas.
Ahí lo dejo, es solo un punto de vista.
Mar.
PD: Si te apetece salir del ruido y el caos, y quieres que te acompañemos, aquí para que nos conozcamos.